Si tienes una hija de entre 16 y 20 y pocos años, es de esperar que lo último que se plantee es hablar contigo de su vida sexual. Pero eso no quiere decir que no la tenga. Está claro, pues, que hay que mejorar las cosas en cuanto a información y educación sexual, y que a los padres nos toca “ponernos las pilas”.

  1. Apoyo profesional. Un primer paso es facilitarles el acceso a los métodos anticonceptivos y a una persona de confianza a la que puedan acudir libremente, aunque solo sea para resolver sus dudas sobre este tema. La mayoría de los padres pensamos que, llegado el momento, saben que deben utilizar el preservativo para evitar un embarazo, y eso nos deja más o menos tranquilos. Y sí, es una buena opción, pero es posible que tengan un descuido, les pueda el ímpetu del momento o, por confianza, prescindan de su uso al menos en alguna ocasión, ya que la mayoría infravaloran los riesgos de las infecciones de transmisión sexual (ITS). Además, estas suelen ser asintomáticas.
  2. ¿Dónde acudir? Una buena opción es que le facilites el acceso a un profesional, como ya hemos comentado antes. Pero es fundamental que esté especializado en adolescentes.
  3. Los métodos hormonales ¿son convenientes? El objetivo final de las hormonas anticonceptivas es mejorar la calidad de vida de la mujer. Por eso, los anticonceptivos hormonales pueden utilizarse para prevenir el embarazo, pero también para regular los ciclos, mitigar el dolor de regla o aumentar el control sobre la menstruación en los casos en que sea necesario o esté indicado médicamente. En cuanto a su uso, no hay una edad de inicio que sea mejor que otra y en ningún caso afectan a la fertilidad futura. Si no hay contraindicaciones para utilizarlos –es necesario conocer la historia clínica de antecedentes y, para algunos tipos, no tener la tensión elevada–, son seguros. Además, las dosis que suministran los métodos hormonales actuales son más ajustadas.
  4. Si mantienen relaciones sexuales o utilizan anticonceptivos hormonales ¿deben visitar al ginecólogo y hacerse revisiones con más regularidad? Al inicio de usar anticoncepción hormonal se hacen controles algo más frecuentes, para ver su tolerancia. Posteriormente es aconsejable realizar al menos una visita anual para hacer un seguimiento, resolver dudas ginecológicas, hablar de riegos de ITS.
  5. Si las chicas toman anticonceptivos, es probable que dejen de usar el preservativo, lo que aumenta el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), ¿qué podemos hacer? Advertirles de que el único método anticonceptivo que protege de ITS es el preservativo. Por lo tanto, si no saben con seguridad si su pareja o ellas mismas están libres de ITS, deben utilizarlo también. Es lo que se denomina el doble método, porque protege de ITS y previene el embarazo.
  6. Aun tomando anticonceptivos hormonales, el riesgo cero de embarazo no existe, ¿verdad? Sí, porque existen situaciones en las que puede disminuir su eficacia. Si el anticonceptivo se toma por vía oral, es importante su absorción, ya que las diarreas o vómitos pueden disminuirla. También es importante no tener olvidos y respetar las pautas de uso indicadas. De hecho, en caso de olvidos de píldora, se puede aconsejar cambiar de método, como parches que se colocan en la piel o el anillo vaginal, que no obligan a estar pendientes de la toma diaria de una pastilla. En cualquier caso, cualquier irregularidad, duda o descuido deben ser siempre consultados con un especialista para que valore la situación e indique qué se debe hacer. Por eso es recomendable contar con el apoyo de un profesional especializado que pueda asesorar y hacer el seguimiento. De todos modos, los anticonceptivos hormonales son métodos muy seguros en cuanto a prevención del embarazo.

Fuente: https://www.dexeus.com/blog/sexualidad-y-pareja/anticonceptivos-hormonales-adolescentes/