La ecografía es el método de elección para evaluar la pelvis en pediatría. Se debe conocer la anatomía y los cambios del útero y ovarios según la edad, para poder interpretar las imágenes. Es un método, no doloroso, no invasivo, no ionizante y de bajo costo por lo que se realiza frecuentemente; en las niñas vía abdominal (por lo que deben tener la vejiga llena al momento del estudio) y vía vaginal en las adolescentes que ya han tenido relaciones sexuales.
Se debe realizar en dolor pélvico, cólicos menstruales, trastornos menstruales, sospecha de tumor pélvico, en malformaciones genitales y estudio de genitales ambigüos.



